En este contexto, los peruanos y los pescadores vemos como se depreda, como el desorden y la corrupción de grandes y chicos de la manera más absurda y egoísta destrozan el rico mar peruano ante vista y paciencia de autoridades ineficaces, ineptas e irresponsables. La anchoveta, principal especie y la más abundante, es perseguida para convertirla en forraje de animales, ya casi no existe y la desaparición de nuestra biodiversidad pareciera ser un hecho incontrovertible; ante este desolador panorama, los peruanos no hemos escuchado decir una sola palabra en la CADE de Paracas, a los candidatos en campaña y urge que lo hagan.

El hambre oculto de aquellos miles de peruanos, que cada noche se van a dormir sin nada en el estómago es inmoral y no puede ser soslayado; tampoco se puede permitir, que la desnutrición crónica infantil siga siendo un mero “dato estadístico” y que se silencian en estos conclaves fastuosos y mediáticos. En el Perú del siglo XXI, de la era de la Información y el conocimiento, dueño de un “mar” con millones de toneladas de proteína animal, de la “proteína perfecta” que posee la anchoveta no puede, ni debe seguir siendo ignorada, mucho menos de parte de quienes buscan gobernar el país, es necesario recordarles que “gobernar es alimentar”.

La anchoveta es una de las carnes con mayor contenido proteico, esto significa que todos los que la consumimos tenemos mejores defensas, crecemos más y más rápido y nuestras heridas cicatrizan mejor. Las proteínas no sólo nos ayudan en la construcción de nuestro cuerpo sino que también favorecen un buen desarrollo mental.

Es verdad, que no podemos negar los progresos alcanzados por el Perú en estos últimos años, como tampoco se puede ocultar que en nuestro país existan más de medio millón de compatriotas desnutridos, que existan mucho lugares, como los distritos de Omacha y Lares en el Cusco con porcentajes de desnutrición crónica infantil que llegan al 70 y al 80%”.

Entonces y en aras de la razón, la verdad y la democracia, quienes pretenden conducir los destinos de esta nación y nos hablan del futuro de la patria, antes de referirse a los temas de la economía, la seguridad ciudadana, la salud, como un asunto hospitalario y de enfermedad y la educación: primero y como una cuestión moral y constitucional, deberían referirse a la persona humana y a su derecho de alimentarse, de nutrirse desde el vientre de su madre, de ser fuertes, física y mentalmente y no sub alimentados o disminuidos, tal y como se demuestra con los resultados alcanzados por nuestros escolares en la pruebas PISA.

Finalmente hay que señalar que el cambio del modelo neoliberal, extractivista, primario exportador, es imperativo y no optativo, nuestra clase política está en la obligación de no subordinarse en los que creen solo en lógica del lucro y destruyen el medio ambiente y los recursos, como la anchoveta, excluyendo de su aprovechamiento vital a la mayoría de los peruanos.