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No se puede servir a Dios y al diablo...

Modificar ley de IMARPE e innovar investigación del mar

El Perú debe ser una potencia pesquera

La gran revolución que se opera en el mundo del siglo XXI, no es política, ni es ideológica. Es simplemente científica y tecnológica, económica y administrativa, es por eso que, desarmar al PRODUCE caduco y dar pase a un Ministerio de Pesca y Acuicultura facilitador y ordenador de sus actividades afines, separando operativa y funcionalmente al IMARPE como órgano dedicado a la investigación de las ciencias del mar y librado de toda injerencia política, es imperativo. Se trata de dar “el gran salto” hacia pesquerías rentables y cultivo de peces sostenibles, se trata de dejar atrás, el mercantilismo de un modelo “primario exportador” y productor de forrajes, sustituyéndolo por otro que alimente a los seres humanos, es inmoral seguir condenando a los peruanos más pobres al hambre oculta, a la desnutrición crónica, agudizando las brechas de la desigualdad entre pobreza y opulencia, de una pesquería salvaje, que arrasa los ecosistemas y beneficia a muy pocos, se trata pues, de contribuir a las propuestas y al debate con visión clara sobre el horizonte y con la voluntad y el compromiso ético y moral, que nos permita desmontar los armazones de un Estado ineficaz e indiferente y comprometerse con la construcción del Desarrollo Humano.

Antonio Ramirez

Publicado: 2016-01-04


Contradicciones legales impiden al IMARPE cumplir con sus fines

El objeto social y la razón de ser del Instituto del Mar del Perú – IMARPE, es liderar las investigaciones científicas y tecnológicas de los recursos pesqueros y su ambiente; para promover la conservación de los ecosistemas acuáticos, su biodiversidad y uso sostenible; asesorar al PRODUCE, en materia de ordenamiento y regulación de las pesquerías, de la acuicultura y la conservación del ambiente en concordancia con los lineamientos del Sector Pesquero; también preside el Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno "El Niño" – ENFEN, sumándose a un esfuerzo conjunto de investigación con otras instituciones nacionales y regionales para investigar el Fenómeno "El Niño", así como otros factores de variabilidad propios del mar peruano.

El IMARPE que fuera creado por Decreto Supremo Nº 21 del año 1964, a través de la fusión del “CONSEJO DE INVESTIGACIONES HIDROBIOLÓGICAS” y el “INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE RECURSOS MARINOS”, fue adscrito al Ministerio de Pesquería luego de su creación en 1970, como un Organismo Público Descentralizado, “funcionando con autonomía científica, técnica, económica y administrativa”. Lamentable y contradictoriamente al emitirse el D. L. Nº 095 del 27.05.81 que lo rige; como ente rector de las Investigaciones Científicas y Tecnológicas del Mar, de las Aguas Continentales y sus recursos vivos. El IMARPE no ejerce funciones de fiscalización, inspección o control, siendo su labor estrictamente científica y técnica y con lo cual se consuma una “aberración jurídica”, puesto que; atenta contra la naturaleza de sus fines e inhabilita su autonomía al someter sus evaluaciones al criterio político del Ministro de turno de Produce. Esta anómala situación se agrava mucho más, al establecerse según el Articulo N° 11/DL095, que la Presidencia de su Consejo Directivo recaerá en un Alto Oficial de la Marina en situación de retiro, sin siquiera la exigencia del mérito de contar con acreditaciones académicas y científicas sobre la materia, convirtiendo al IMARPE en un ente castrado epistemológicamente en el más alto nivel de su Dirección.

¿Es el Imarpe un órgano castrado e inoperante?

¡Si lo es!. Que siendo su labor y sus recomendaciones – en sentido lato -- estrictamente científica y técnica, sus “resoluciones son inobjetables”, por tanto; se amerita que el IMARPE debiera ejercer en forma irrestricta funciones de fiscalización, inspección o control, en los ámbitos naturales de su competencia e intervención y que lo constituyen los 906,454 KM² del mar peruano, sus 3.080 Kilómetros de bordes costeros, las 21 islas y 11 puntas guaneras –contradictoria e irracionalmente transferidas a PROABONOS- MINAM. También en las 262 cuencas hidrográficas y los 12 mil lagos y lagunas existentes en el espacio territorial continental y que en conjunto y bajo la cautela científica de IMARPE acogen a más de 3300 especies de peces, en especial “la anchoveta” base de la cadena trófica, mamíferos marinos, moluscos, aves, y flora marina compuesta de algas con un valioso potencial nutricional, alimentario, gastronómico, industrial y farmacológico, caracterizando de esta manera la rica biodiversidad existente en el mar peruano.

Adicionalmente y para poner término al caos y a la corrupción imperante en el PRODUCE, en lo que respecta al otorgamiento de licencias de pesca y operación que definen el esfuerzo y la presión sobre los recursos, los aparejos y tipos de pesca, resulta indefectible que estos tengan en forma previa, la recomendación o certificación científica del IMARPE y estas facultades deben de constar en su ley orgánica, es imperativo promover la conservación de los ecosistemas acuáticos, su biodiversidad y uso sostenible; en estricta concordancia con los lineamientos de desarrollo nacional y del Sector Pesquero.

Que así mismo, al ejercer la Presidencia del Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno "El Niño" – ENFEN, en un esfuerzo conjunto de investigación con otras instituciones nacionales y regionales para investigar este fenómeno recurrente; así como otros factores de variabilidad propios del mar peruano, le alcanza la primerísima responsabilidad. En cuanto al fenómeno “El Niño” presente entre nosotros hace miles años; en el medio siglo de existencia que tiene el IMARPE, muy poco o casi nada se tiene por valorar o rescatar, solo alarmismo entre la población, inversiones cuantiosas en prevención de desastres y sesgo en sus informes para favorecer la pesca de la anchoveta; sus discutibles desaciertos que menoscaban su credibilidad, lo constituyen los erráticos y fallidos pronósticos sobre la eventual ocurrencia de “El Niño” 2014-2015 y cuya versión para el 2016, será el de “Una Niña” o tal vez de algo mayor como “el cambio climático”.

A manera de conclusión y ante la inminente crisis de la pesca nacional, debido a los bajos y críticos stocks de la biomasa de anchoveta, las anomalías térmicas en el mar peruano, es urgente proponer las siguientes acciones: Proponer en forma inmediata, vía el Congreso de la República, la modificación del Decreto Legislativo Nº 095 del 27.05.81; en lo concerniente a su Artículo N°1 y 11, precisando su total autonomía técnica y científica fuera del Produce y que la Presidencia de su Consejo Directivo sea conferida a un experto en ciencias del mar. 


Escrito por

Antonio Ramirez

Amante de la verdad y la palabra, defensor de la anchoveta y la sostenibilidad del la biodiversidad del mar peruano.


Publicado en

Todo Pesca

Urge una conciencia prospectiva de potenciales escenarios en el mar, ríos y lagos, para hacer de Perú, el primer país pesquero del planeta.