ANÁLISIS DE LOS ESCENARIOS POTENCIALES Y PROSPECTIVOS

El “mar peruano” cubriendo 906,454 KM², es todo un escenario natural competitivo per se, de diversificación productiva que equivalen al 70% del territorio del Perú, se estima que aporta al PBI alrededor de US$ 8175 millones de dólares en bienes y servicios; adicionalmente, un 55% de la población peruana reside en ciudades de las regiones costeras del país. Desde tiempos inmemoriales, ha sido la despensa alimentaria y proteica de nuestros ancestros, lo fue de la civilización de Caral y de los Incas.

Investigaciones de IMARPE, nos revelan que, en los lechos del mar peruano, islas y puntas existen más de 3300 especies de peces, mamíferos marinos, moluscos, aves, y flora marina (algas) con un valioso potencial nutricional, alimentario, gastronómico, industrial, turístico y farmacológico.

Que los 3080 km de sus bordes costeros de su largo litoral, inclusive espacios de mar abierto, constituyen enormes potenciales para el cultivo y crianza de peces, moluscos y algas a nivel intensivo; si a esto le agregamos las 262 cuencas hidrográficas y sus más de 12000 lagos y lagunas que existen en el espacio continental, el Perú está llamado a convertirse en una potencia acuícola del planeta.

Ante las evidencias del “cambio climático” y otros fenómenos climatológicos recurrentes, es urgente su estudio e investigación científica. El mar nos provee más del 80% del oxígeno que respiramos, sus corrientes y los vientos determinan la calidad y riqueza de sus ecosistemas a través del plancton que arrastran; pero sobretodo, el mar es fundamental para conocer mucho más sobre la evolución del clima e inclusive sus fenómenos recurrentes, como lo son “El Niño”, las ondas Kelvin y sus impactos sobre el territorio, no siendo del todo malos si los estudiáramos y los manejáramos con eficaces políticas públicas de prevención y también de aprovechamiento a efectos de desterrar el alarmismo en el que se incurre en la actualidad.

Urgen políticas públicas para la recuperación de nuestros ecosistemas y seguir viendo al mar de Grau, como el “mar más rico del mundo” hoy, los peces de consumo son cada vez más pequeños y escasos, se tiene que proscribir y sancionar la pesca en exceso, negra e ilegal; por respeto a la biodiversidad acompañante de aves y mamíferos marinos que perecen a lo largo del litoral por inanición. En nuestras manos está el impedir un océano con hábitats fantasmas y que la vieja historia del rico mar peruano se convierta en un mito o leyenda muy difícil de explicar a los que vendrán.

La prioridad de consumo de especies como la anchoveta, caballa, jurel etc.; poseedoras de la “proteína perfecta y del factor no identificado del crecimiento” deben ser la base de la seguridad nutricional y alimentaria de 10 millones de peruanos que padecen de desnutrición crónica y anemia,(La media de nuestros escolares sufren de DCI). El mercantilismo de un modelo de extracción y explotación pesquera primario exportador, debe de comprender y ceder el paso a esta urgencia nacional que nos condena a ser una nación de desnutridos y disminuido, las pruebas PISA, nos relevan de mayores comentarios.

Es urgente e imperativo formular los mecanismos jurídicos y consensuarlos, para hacer que las 21 islas y 11 puntas (ex guaneras) se conviertan por ley hasta un radio de 5 millas, en AREAS MARINAS PROTEGIDAS –AMP intangibles, en laboratorios naturales de investigación y estudio de las ciencias del mar; a efectos de que recuperen su nivel de santuarios de vida, nos prodiguen el guano de islas, el más importante fertilizante natural para impulsar la agricultura orgánica del futuro, el turismo de avistamiento y en cuanto a las especies de peces de alto valor comercial, que estos sirvan para repotenciar los nuevos escenarios de una gastronomía nacional, ya reconocida, como la más variada, exquisita y exigente a nivel mundial, generando espacios de más oportunidades de inversión, empleo y riqueza para todos los peruanos.

Ante la hora aciaga del “cambio climático”, la inminencia de catástrofes globales, naturales y económicas, es imperativo el compromiso político de la NO ADHESION del Perú, a la suscripción de la CONVENCIÓN DEL MAR y una decidida acción por parte de nuestra MARINA DE GUERRA, para frenar la devastación depredadora que vienen ocasionando cientos de barcos de bandera extranjera en el mar de todos los peruanos.

Finalmente, la salud y la grandeza de nuestro Perú solo requiere de voluntad política, imaginación y mucha creatividad, también de una firme autoridad en la preservación de lo que la Naturaleza o la Creación nos ha prodigado y al esfuerzo que pongamos cada uno de nosotros, con respeto a la ley y a su ordenamiento natural, los códigos de conducta de pesca responsable y la convicción de que pronto, muy pronto, veremos al Perú como el primer país pesquero en beneficio de todos los peruanos.